Amigos, lo prometido es deuda: he aquí mi primer #DesconciertoProgramado «No te felipes».
Salud y República.
Válgame,
el mundo es como es,
pañuelo del revés
que de tanto reciclar
se te quedó arrugado.
Ya lo ves,
de poco servirá
mentir a tutiplén
para salvaguardar
tu puesto potentado:
tu culo en el sillón
que aplasta a la nación
de un pueblo soberano.
Invertir tantos millones
en un viejo desguazado
que nunca fue de utilidad,
que se opera por privado…
Vaya ejemplo de humildad,
no se puede pedir más
a un ser tan campechano.
Manipula la verdad,
no asimila su final
y asegura un capital
a su prole de parásitos.
Y aun siendo tan gorrón,
tan pelmazo y tan simplón,
de parabienes es colmado:
el rey.
Soy, monsieur,
poco que ver con su excelencia,
un ser sin porvenir
que lucha por sobrevivir
en país de traca y pandereta
y, como usted comprenderá,
me toca la moral
su vestigial obsolescencia.
¡Qué cojones significa
esta esperpéntica engañifa!
¿Democracia y monarquía…?
Broma cruel en pantomima
que nos quieren endilgar
una vez y otra vez más
cual perpetua pesadilla.
Felipe, no te flipes,
no le toques las narices
a tu pueblo, el pueblo.
Si es cierto lo que dice
la tal casta inamovible,
que expliquen por qué omiten
los derechos del pueblo.
Felipe, no te flipes,
nos importan tus raíces
una mierda de cerdo.
Y si hay tanto incompetente
en torno al presidente,
disculpen, mas tenemos la respuesta:
el pueblo.
Letra y música: César Lladó.